Me acurruco cada noche
entre mis sueños.
Me deshago calladito
de mis miedos.
Como un niño
en el patio de recreo
reconstruyo mil castillos
en el cielo
donde juego a ser
valiente caballero
obligado a ver,
a enfrentar y ser,
versiones incoherentes,
caprichosas
e inconexas
de dragones y princesas.

Suele suceder
que casi sin querer
con frecuencia
de repente
me desvelo.
Y no son horas, no,
de irse a pelear;
si preguntas
aún no hay calles
y en el cielo
aún no hay faro
que acompañe
al caminar
calentando los momentos
que no has de evitar.

Atrapado pues
en la oscuridad,
me abrazo con cariño
a tu recuerdo
que con aires de amapola
me devuelve
tranquilito
a los brazos de Morfeo.
Y agradezco así,
antes de domir,
no saber decir

a eso de olvidar.

 

– Eqhes DaBit –
– 13, Marzo, 2014 –
– Sant Carles de la Ràpita (España) –