Llueve sobre mojado
al abrazo de mis ojos grises.
Ya era otoño
antes de la primera gota.
Mi pulgar
pasea el dibujo
de mis ojeras húmedas
con la suavidad
con que lo harían
los dedos gorditos y frágiles
de un infante explorador.
Intento mantener la compostura
mientras pierdo
petrificado
la cordura
y sobre mi rostro terroso,
sediento de atardecer temprano,
-insisto,
como el clima insiste-
llueve sobre mojado.
No sé encauzar
la impotencia
que exudan
mis pupilas contraídas
que, en su marcha puntillista,
dibujan incredulidad
sobre la pista
en que danza
siniestra
la desdicha.
Arrasa nuestras vidas
la gota fría,
arpía,
sucia,
feroz.
Mal día,
¡mal rayo te parta
el alma
y deje tranquila
la mía!
Y mientras todo
se descompone
al paso de la corriente fúnebre,
fundido a negro
yo, viendo
como sigue lloviendo.
– Eqhes DaBit –
– 04, noviembre, 2024 –
– La Ràpita (Tarragona, España) –
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